Nombre:

18 abril 2006

Llegando a Ljubljana

El encuentro con Mirela fue una explosion de euforia (los que ya leyeron acerca de mi estancia en grecia ya saben a quien me refiero, y los que no… que pregunten). La euforia se prolongo en un restaurante bosnio al que fuimos a comer »chevapchitse« (eso que en los Viena llaman zipizape, pero de verdad, con su mantequilla fermentada y todo), a base funtamentalmente de cerveza. Luego nos reunimos en casa con Mateja y completamos el trio fantastico, prosiguiendo esta vez con un »welcoming vino« preparado expresamente para la ocasion. Historias entranyables, risas, lagrimas de emocion… y una resaca de caballo esta manyana. Ahora si que tengo la sensacion de haber empezado realmente mi viaje.